Todavía no he conseguido digerir la noticia de que en Baleares, el 87% elige la segunda dosis de Astrazeneca para completar su vacunación. En el resto de España el porcentaje es similar. Es un bombazo: la gente hace exactamente lo contrario a lo que le recomienda el Gobierno. Habrá que analizar a fondo el resultado de esta encuesta tan particular. Pero son muchos los aspectos interesantes de la noticia. A bote pronto me planteo las siguientes reflexiones:
1.- ¿Por qué c…* el Gobierno hace una recomendación distinta a la que hace la Agencia Europea del Medicamento? Esto ya es inaudito por sí solo.
2.- ¿Qué c…* es y quién c…* compone la Comisión de Salud Pública que hizo la recomendación? Porque es más grave: quien hizo la recomendación es una comisión de la que nadie conoce sus miembros, ni las normas que lo regulan, ni las actas de sus reuniones. En teoría se supone que depende del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, ¡pero fue el propio Consejo quien se opuso a ese criterio y obligó a dar la opción a los ciudadanos de elegir cuál ponerse!
3.- ¿Cómo c…* puede ser que el mismo órgano cambie de opinión en su solo día? El 18 de mayo, la ministra de sanidad informó del acuerdo de la Comisión de Salud Pública de administrar Pfizer como segunda dosis a los que tenían la primera dosis de Astrazeneca y el 19 de mayo la ministra informaba de que se dejaría elegir a los afectados. ¿Qué criterio sanitario se sigue para tomar estas decisiones?
4.- ¿Cómo c…* es posible que un Gobierno no dimita en pleno el mismo día en el que se confirma que la inmensa mayoría de los ciudadanos demuestra su total desconfianza hacia él? Pensemos que no se trata de una cuestión política o de colores. Aquí se trata de la salud de cada uno. Y la inmensa mayoría de los afectados creen que el Gobierno les da gato por liebre en salud.
Esta espectacular reacción popular debe ser la única explicación razonable a que la calle no haya explotado ante la sinrazón política en la que estamos estancados hace años: la gente vive, decide y actúa con total indiferencia a lo que diga y haga el Gobierno. A la gente le importa lo que dice el Gobierno para conversar y discutir (como el fútbol), o porque pueden sacar algo de él (como en todas partes), pero cuando la cosa es seria, a la gente le da absolutamente igual lo que diga el Gobierno…es más, hace exactamente lo contrario de lo que aconseja. Quizás sea el primer paso de la verdadera revolución que necesita España, que los españoles pensemos ya por nosotros mismos. No sé si servirá contra el COVID, pero lo que está claro es que Astrazeneca ha resultado una vacuna verdaderamente eficaz contra las mentiras del Gobierno.
¡Astrazeneca funciona! Ingenioso y desolador a la vez. Pero la culpa es de la gente:
https://www.abc.es/sociedad/abci-simon-culpa-medios-y-grupos-presion-ciudadanos-elijan-segunda-dosis-astrazeneca-202105311934_noticia.html