1.- Espectacular reacción ante el incendio de Notre Dame. Las grandes fortunas francesas no han dejado pasar ni dos días para demostrar su solidaridad y generosidad. En una respuesta fulminante han ofrecido millones y millones de euros para la inmediata restauración de la catedral. Las imágenes de la tragedia han despertado los sentimientos de los más poderosos, que unen fuerzas entorno a esta joya del gótico que representa sin duda lo mejor de los valores franceses desde la Revolución Francesa: libertad de empresa, turismo y marketing.
2.- LVMH (Louis Voitton Moët Hennessy) ha ofrecido ya 200 millones de euros. Y ha solicitado también que Notre Dame sea declarada Tesoro Nacional. Resulta que el mecenazgo hacia un Tesoro Nacional desgrava el 90%, de modo que la aportación real de LVMH sería solo de 20 millones de euros, el resto lo paga el Estado francés. Gran jugada.
Pero bueno, 20 millones de euros no son despreciables. La cuestión es que, si LVMH puede entregarlos tan sencillamente, por qué los invierte en Notre Dame.
3.– El prestigioso semanal The Lancet, en colaboración con el IHME y el Enviado Especial de la ONU para la financiación de los Objetivos de Salud del Milenio y para la Malaria, estima que el coste de salvar la vida de un niño en países del tercer mundo es de 3.700€ por niño. Recordemos que mueren al día 15.000 niños al día por causas evitables. Con 20 millones de euros se salvaría la vida de 5.405 niños (no redondeo…todos cuentan). Con 200 millones de euros se salvarían 54.054 niños. Con los 850 millones ya apalabrados para restaurar Notre Dame, serían 229.729 niños salvados. Salvados de una muerte segura tras meses/años de sufrimiento y agonía.
Pero claro, el Estado francés no desgrava igual las aportaciones a causas no turísticas. Y LVMH no invierte en igualdad y fraternidad.
Precisamente, si bien la entrada general a Notre Dame era gratis, el acceso a las torres, a la cripta y al tesoro costaban más de 5 euros de media. Si a partir de ahora una entrada general costase 5€ a los 14 millones de personas que la visitan cada año, en diez años estaría amortizada la restauración. Meaning que la restauración podría financiarse sola.
4.- Pero hay cosa que no se financian solas. Y que parecería que son más necesarias, urgentes e importantes que restaurar Notre Dame. Pero no interesan. No a las grandes empresas que no obtienen beneficios por ello, no a los medios de comunicación, que no pueden montar campañas de supervivencia (venta de noticias y financiación a través de publicidad) sobre ello, no a los Estados que no pueden capitalizar el sentimiento nacional que una desgracia oportunamente publicitada les concede.
Y por ello la miseria continúa existiendo, en las colonias que fueron europeas, en las orillas de nuestras costas, en las fábricas en la que se producen nuestros productos de lujo.
5.- Todo ello viene a cuento porque precisamente LVMH está considerada como una de las empresas con más riesgo de explotación laboral en su cadena de producción y, concretamente, una de las que menos hace para evitar dicha explotación, con una puntuación de 14/100 en el índice publicado por knowthechain.org, organización de gran solvencia patrocinada, entre otros, por la THOMSON ROUTERS FOUNDATION. Las OONNGG le llaman la nueva esclavitud: reclutamientos mediante engaños y/o secuestro, retención de pasaporte, deudas por acceso al trabajo y protección, sueldos miserables, condiciones laborales leoninas,…todo ello en un bolso de Louis Voitton.
Informe knowthechain diciembre 2018
Una reflexión muy oportuna.
Muy posmoderno todo; me encanta