Circula hace años por internet la siguiente cita falsa del Quijote:
«Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sabiendo que no somos perfectos, y sobre todo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia donde quiera que esté». -En realidad es una variación sobre el poema de la Paz, de la madre Teresa de Calculta-.
Pero que sea falsa no significa que sea mala. Es más, creo que es muy importante recordar permanentemente que no somos perfectos. Y, por ello, admirar los grandes esfuerzos que hacen individuos e instituciones para mejorar las cosas. (Hoy en día, en el mundo de los indignados se critica con tanta virulencia que parece que el mundo en el que ellos viven ya fuera perfecto y que nadie estuviera trabajando para mejorarlas).
Me gusta mucho cómo lo ha entendido David Trueba en su artículo de El País, Caminar perfecto.
También me gustó el artículo de Trueba.